Agatha Christie dejó en este relato autobiográfico un ejemplo delicioso de la literatura de viajes. La reina del crimen relata aquí sus viajes con su segundo marido, Max Mallowan, arqueólogo de profesión y que, a juzgar por lo que aquí se cuenta, merece un relato exclusivo sobre él.

Con un toque de humor siempre presente, Agatha logra del lector primero una sonrisa, después una carcajada, y más tarde, el ansia de grandes expediciones, viajes en el Orient Express y descubrimientos.

Si te gustan las novelas de Agatha Christie, si las odias, si disfrutas de la buena literatura, si estás aburrido, si eres un lector voraz o no has vuelto a leer desde los quince, si quieres disfrutar, has de leer Ven y dime cómo vives, Ed. Tusquets. Lo agradecerás.