Truman Capote se describía a sí mismo como alcohólico, drogadicto, homosexual y genio. La descripción era atinada, y «A sangre fría» es un ejemplo de su genialidad. Del resto de características también habría de dar muestras evidentes.
Basada en un hecho real, la escritura de esta novela (el primer «True Crime» de la historia, con permiso de Rodolfo Walsh y su «Operación masacre») ocupó cinco años de la vida del escritor. Tras la publicación, su fama superó incluso sus aspiraciones personales, y poco más escribió después. No importa. Esta obra llena la vida de un escritor.